ACTUALIDAD PARROQUIAL
COMO CADA 27 DE MES
Como todos los 27 de cada mes, el grupo de madres cristianas mónicas de la parroquia, se reúnen para honrar la memoria de Santa Mónica, la madre de San Agustín y orar juntas por sus hijos en torno a la eucaristía de la mañana en nuestro templo parroquial.
Finalizada la celebración, nuestras madres mónicas se reúnen en uno de los salones y desarrollan una agenda de encuentro en la que, acompañadas por el párroco, reciben formación para seguir creciendo en la fe y compartiendo su experiencia de madres cristianas al estilo de Santa Mónica, que tuvo que derramar muchas lágrimas por su hijo Agustín, a quien tanto se le resistía la fe.
En el encuentro de este 27 de marzo, el P. Miguel Ángel, ante la cercanía de la Semana Santa, dedicó su tiempo de formación para recordar a las Mónicas que la semana, en la que nos disponemos a entrar el próximo domingo, Domingo de Ramos en la Pasión del Señor, no es, por si mismas, más santa que el resto de las semanas del año. Si se le dice Semana Santa es porque se nos presenta una gran oportunidad de santificar nuestra vida celebrando los grandes misterios de nuestra fe que se concentran en estos días, principalmente en el Triduo Pascual: Jueves y Viernes Santo y la Vigilia Pascual en la noche del sábado santo.
En este sentido, el párroco animó a las madres a dejarse guiar por el ritmo de las liturgias de estos días, y abriendo espacios para tener un tiempo más intenso de oración como hizo Jesús en la noche de su agonía en Getsemaní. Señaló que, si descuidamos la oración y meditación de la Palabra y de los misterios de nuestra fe nos estaremos pareciendo a Pedro, Santiago y Juan, a quienes Jesús escogió para que le acompañaran en esa hora tan tremenda para él. Nos dice el texto bíblico que se durmieron y no velaron con Jesús ni siquiera una hora.
Todas las madres de nuestra comunidad parroquial están invitadas a formar parte de este grupo de mónicas. No quita mucho tiempo en reuniones y cosas de esas que a veces las tareas domésticas no lo permiten.
La finalidad de las «Madres Mónicas» es netamente religiosa: las asociadas oran para mantener viva la fe de los hijos, la de los propios y ajenos. Sus objetivos son claros: fijar, consolidar y perfeccionar la fe de quienes la han recibido, y procurar que la recobren los que han tenido la desgracia de perderla. Asimismo, lograr que los hijos, se mantengan firmes en la fe, y sepan trasmitirla a todos los ambientes sobre los que puedan influir.
Desde los inicios, este grupo de fe propuso a santa Mónica como modelo, pues ciertamente lo es de esposa y madre cristiana. Efectivamente, con su paciencia y con su oración, desde la firmeza de su fe, logró convertir a su esposo, y llevar a su hijo san Agustín a conocer a Cristo y a vivir el Evangelio.
Las «Madres Mónicas» adquieren dos compromisos cuando pasan a formar parte de la asociación: oración diaria por la fe de los hijos, propios y ajenos, y formación continua y permanente como madres cristianas.
Diecisiete siglos después, santa Mónica continúa inspirando a miles de madres, que desean seguir su ejemplo: ser mujeres firmes en la fe y fundamento de la familia cristiana en la sociedad.