Cada viernes, sobre las 4,30 de la tarde, animados y dirigidos por fray Antxon, se reúnen en uno de los salones parroquiales, un grupo de hermanas para ensayar los cantos con que se anima la misa dominical de las doce del mediodía. Es de agradecer su entrega y el generoso servicio que hacen a toda la comunidad.

Este coro está abierto a todos aquellos a quienes les atrae la música, tienen buena voz y quieran ponerse a disposición de la comunidad. Dice un refrán popular que <<quien en el baño no canta algún sentido le falta>>. Pues si algunos de ustedes quieren donar a la comunidad el sonido de su voz enriqueciendo este coro parroquial, quedan todos invitados y serán bienvenidos.

Dice San Agustín que “el que canta reza dos veces”. Toda la vida del cristiano es un caminar en la fe hacia la patria común, el cielo. En ese continuo caminar de nuestra existencia humana vamos experimentando momentos de alegría y de dolor que hacen al camino. San Agustín nos invita a caminar, es decir, a no detenernos en la marcha, a avanzar y cantar.  

 

Todo peregrino canta mientras va de camino, el canto ahuyenta, por así decir, el cansancio propio del que camina, alivia la fatiga y el dolor acrecentando la alegría de ser caminantes. Para Agustín «cantar es propio de enamorados». 

Cantamos pero no solos. Nuestro canto es canto de fraternidad. También en el coro debemos contar con las voces de varones. A ver si alguien se anima y agranda nuestro coro parroquial.

 

Caminemos cantando.